Lunes 27 de Febrero y algo ha cambiado….
Este fin de semana “he vivido” dos acontecimientos que me han hecho replantearme mi actitud ante la vida. El viernes por la noche y de casualidad me quedé delante de la pantalla de mi televisión tragándome uno de esos reportajes de investigación que tan de moda se han puesto últimamente, que profundizaba en la forma en que algunos empresarios sin escrúpulos se han hecho de oro en estos últimos años. En este caso en concreto se trataba de un reportaje sobre los Ruiz Mateo y su alza y quiebra, y no fue en ellos en donde se detuvo mi atención sino curiosamente en un señor al que denominaban ”el liquidador”. Este señor salido de entre mangueras y tuberías (era fontanero), había logrado hacerse con empresas como Viajes Marsans o Holding como los de Nueva Rumasa por ridículos precios aprovechando la quiebra de éstas, y había sacado pingües beneficios de forma tal vez no muy honorable, pero no era ésta la cuestión que me fascinó, sino el poder que logró este caballero para, saliendo de la nada y siendo un absoluto desconocido, lograr tratar negocios con este tipo de empresarios de altos vuelos. El segundo acontecimiento de este finde que hizo meya en mí, fue una simple representación teatral en el Auditorio Alfredo Kraus protagonizada por un par de monologuistas bastante conocidos. A priori no era más que una tarde de diversión y entretenimiento, pero a la postre se convirtió en una sesión reveladora para mis expectativas futuras. Baste con decir que el título de la obra era algo así cono “Nunca es tarde…” y de la cual pude sacar la conclusión de que hay que pelear por nuestros sueños y que nunca es tarde para dar un giro a nuestra vida y atacar nuestras esperanzas para lograr conseguir realizar nuestros sueños…
A simple vista se podría decir que estas “dos revelaciones de Lourdes”, no parecen poseer peso suficiente por sí mismas para hacer despertar conciencias dormidas, expectativas aparcadas u holgazanerías activas, pero en mi caso me hicieron pensar. Cuán peligroso puede llegar a ser un verbo como éste conjugado en su justa medida con una buena dosis de aburrimiento dominical, frustración laboral, y tedio personal e intelectual.
No sé por qué extraño mecanismo mental, la comodidad de un sofá salonero y el recuerdo de mis dos recientes revelaciones, me llevaron a recordar a coetanios de mi época estudiantil. En el repaso mental de mis compañeros de estudios, me paré en dos individuos cuyas “carreras” profesionales aunque dispares tenían un punto en común, el éxito. Recuerdo a estos dos compañeros como dos estudiantes más bien “poco afortunados intelectualmente” por usar un eufemismo lo más benevolente posible. Hoy en día uno es un empresario medio con bastante éxito con su mini cadena de ferreterías y el otro es un político local bien colocado económica y socialmente.
Este batiburrillo de ideas, recuerdos, revelaciones, etc… me han llevado a sacar ciertas conclusiones. La primera de ellas es darme cuenta que en nuestros tiempos, resulta más poderosa el arma del tesón, la constancia, la valentía y el descaro, y sobre todo el descaro, que el poderío de la inteligencia y la capacidad intelectual, si esta no va acompañada de una gran dosis de “echarse pa´ lante”. Y la segunda conclusión a la que he llegado es que en vez de criticar ese arma verdaderamente efectiva, los demás deberíamos habernos agenciado un revolver de ese calibre y haberlo cargado con el resto de nuestras capacidades.
Así que todo ello me ha llevado a ponerme las pilas y a decidir que a partir de hoy, la cosa debe cambiar. Debemos sustituir la hora de siesta por horas de estudio, las cervecitas en el bar por reuniones con gente que nos aporte algo profesionalmente, los ratos de basket o padel por la preparación de proyectos emprendedores y la búsqueda de salidas profesionales. Que a partir de hoy debemos sacar un poco más las uñas y atacar nuestras metas, tirarnos un poco a la piscina y provocar la aparición de oportunidades, dejar a un lado el miedo al fracaso, la autocomplacencia, y la cobardía de la seguridad e intentar crear, lograr, empezar y terminar proyectos de mejora y consecución de objetivos. Cuántos proyectos, cuántas ilusiones o cuántos sueños hemos dejado a medias porque no nos decidíamos, porque era más cómodo conformarnos con lo que nos daban?...
Así que amigos, ánimo que aún estamos a tiempo, hay que ponerse a ello YA, AHORA. Bueno, la verdad es que son casi las 2 de la tarde y tengo algo de hambre así que tal vez sea mejor dejarlo para mañana, aunque mirándolo bien mañana es martes 28, mejor creo yo que comenzamos a principios de mes, aunque día 1 es Jueves…, sí, está decidido, empiezo el lunes……. (o no).